Sin duda alguna, que una entrevista de trabajo representa un verdadero desafío, tanto para el entrevistado como para el que realiza la misma. No es algo sencillo describir una vida laboral en pocos minutos, y además de que sea atractivo nuestro relato.
Significa un gran reto hablar sobre nuestra experiencia previa y enumerarla, también de nuestra capacidad y habilidades, como así también sumarle a este historial laboral el aprendizaje adquirido con el tiempo.
En vista de esto, nada mejor que estar preparados y armar un bosquejo mental de las preguntas más frecuentes que se pueden hacer en una entrevista de trabajo.
A continuación alistamos 7 preguntas de rigor que seguramente el entrevistador lo va a plantear:
1: Háblame o cuéntame de ti
- Si bien es cierto que no es una pregunta directa, es una amplia invitación para enfocarte solo en una cuestión. Por eso, responder incorrectamente disminuye en gran manera las posibilidades de obtener el puesto deseado.
- La recomendación es explicar nuestros intereses y relatar nuestra experiencia laboral, dando importancia a los aspectos más relevantes y no extendernos en aspectos sin sentido. La idea es transmitir la convicción de que somos la persona idónea para el puesto.
2: ¿Porqué quiere trabajar en nuestra empresa?
- Para dar una respuesta satisfactoria a esta pregunta, la sugerencia seria hacer una investigación previa de la empresa para conocer su prestigio y su historia. Solo así vamos a presentar argumentos con excelentes fundamentos.
3: ¿Porqué dejamos el último trabajo o queremos cambiarlo?
- Lo mejor es ser honestos y concretos al responder, pero evitar extendernos mucho y hablar de manera negativa sobre la empresa para la cual trabajamos actualmente.
- Por otro lado, podemos enfocarnos en reconocer lo aprendido en tal empresa y el objetivo de seguir desarrollando nuestras habilidades.
4: ¿Qué expectativas tenemos sobre el sueldo?
- Ante esta pregunta podemos exponer algunas opciones, como por ejemplo: permitir que la empresa haga su primera propuesta salarial O bien podemos fijar un monto promedio para que luego la empresa contemple la experiencia laboral, la formación y otros aspectos a favor.
5: ¿Cuál es tu mayor defecto? ¿Y tu principal fortaleza?
- Es una pregunta para conocernos un poco mejor, con respecto a nuestro principal defecto nada más conveniente que ser realista y creíble. Por qué decir que somos muy «perfeccionistas o adictos al trabajo» es una respuesta común, pensemos mejor en algo en lo que estemos trabajando para mejorar.
- Para cuando mencionemos sobre nuestra principal fortaleza, podemos escoger una buena cualidad que esté vinculada al trabajo y que nos pueda ayudar en gran manera para desempeñarnos en el puesto que deseamos.
6: ¿Tienes alguna pregunta?
- Este es el momento en que podamos aclarar algunas dudas, lo cual seria lo más conveniente, ya que es un claro indicio de interés en el puesto al que aspiramos.
Algunas preguntas básicas que bien podríamos formular:
- ¿Cuál es la duración de la jornada diaria?
- ¿A cuántas personas tendría que supervisar? (En caso de aspirar a un cargo superior)
7: ¿Porqué deberíamos contratarte?
- Una buena sugerencia es analizar previamente las aspiraciones de la empresa, con el propósito de ver como nuestra experiencia, formación y actitud pueden estar a la altura de la compañía.
- Deberíamos transmitirlo con sentido común y sin excedernos en nuestra seguridad personal.